Luego de haber estado cerrada durante seis meses, los empleados lograron poner en valor y a disposición una valiosa colección de diarios y revistas que mantiene viva la historia de la ciudad y el país.
Rubén “Fredy” Viaro y Pablo Tello son dos trabajadores municipales que decidieron sumar a sus funciones el compromiso de poner en valor la Hemeroteca municipal, ubicada en el primer piso de Villa Mitre, en Lamadrid al 3800. Sin apoyo económico por parte del municipio, estos dos “guardianes de lo gráfico” confeccionaron ellos mismos muchas de las estanterías que hoy posibilitan la consulta de los materiales, además de idear estratégicamente plazos de trabajo para poder brindar el servicio de manera integral, logrando reabrir el espacio el 30 de diciembre, tras seis meses sin actividad.
A semanas de iniciarse las clases, en Villa Mitre ya se pueden ver estudiantes consultando diferentes periodos de la historia local. De hecho, mientras LA CAPITAL aguardaba su turno para dialogar con Viaro, dos jóvenes de no más de 16 años tomaban con mucha cautela una de las revistas donde, finalmente, lograron encontrar información e imágenes del mítico Hotel Majestic.
Luego del desalojo de la Secretaría de Cultura del edificio ubicado en 9 de Julio 2717, la colección de diarios y revistas de Mar del Plata quedó sin rumbo, dejando a todos sin la posibilidad de acceder, de manera libre y gratuita, a una valiosa recopilación de la historia.
Con casi 20 toneladas de ejemplares gráficos, la Hemeroteca debió adaptarse a las dimensiones y restricciones que un espacio como Villa Mitre, una casona neocolonial construida en 1930, les permitió. Vale recordar que también fue el lugar donde, por muchos años, una hemeroteca, más modesta y con mucho menos material que la actual, logró funcionar.
“Nunca llegó la plata”
“Por temas estructurales, la Hemeroteca ahora está en el primer piso pero por mucho tiempo estuvo en depósito en planta baja”, detalló Viaro al tiempo que reconoció que esa situación lo motivó a intentar poner en consulta los cerca de 300 mil periódicos que cuenta el espacio.
“Con mi compañero, Pablo Tello, nos decidimos a volver a darle vida a la Hemeroteca. Por supuesto que previamente hubo un trabajo de ingeniería para evaluar si tanto peso de papel soportaría el primer piso”, recordó, aunque añadió que “nunca llegó la plata del presupuesto que se había realizado”.
Sin el apoyo económico de Cultura previsto, la planificada distribución de los materiales y las nuevas estanterías quedaron en el olvido. “Con las estanterías que trajeron y algo que pudimos hacer nosotros logramos abrirla”, indicó, mientras señalaba su alrededor: estanterías de metal, otras de madera antigua y algunas hechas “con mezcla de maderas”, como aseguró Viaro.
“Usamos madera hasta del asado y enderezamos los clavos nosotros mismos”, confesó, dando cuenta el compromiso y el esfuerzo que ambos trabajadores le dedicaron al trabajo, el cual no sólo demandó abocarse a la distribución, sino también al armado y a las tareas administrativas del lugar.
Aseguró que su meta por entonces era lograr que estén disponibles para consulta al menos los diarios locales que circulan, como LA CAPITAL y El Atlántico, y aquellos que ya no están más como El Progreso, El Trabajo, La Mañana, El Puerto, La Hora, entre otros.
Gracias al trabajo ininterrumpido de ambos municipales, quienes compraron hasta los rodillos de pintura y clavos, lograron alcanzar el objetivo y sumar también la colección completa de Clarín, la revista Viva y las ediciones de Caras y Caretas.
“Ahora lo que estamos haciendo es un trabajo de hormiga, que es un inventario de diario por diario. Llegamos al año 1954 de LA CAPITAL”, señaló. El trabajo hasta la actualidad equivale 8.113 periódicos.
Si bien aseguró que lograr poner en consulta los ejemplares de La Razón y La Nación dependerán de si cuentan con nuevas estanterías o no, esperan lograr contar con ese material a partir de mayo. “Buscaremos tener horas extras para seguir trabajando en nuevas estanterías”, aseguró, mostrando las nuevas maderas que lograron obtener.
El esfuerzo de los empleados
Viaro aseguró que estos últimos meses han sido “difíciles”, y si bien reconoció logros de gestiones anteriores, aseguró que la inversión en Cultura es una cuestión que “nunca se alcanzó por completo”.
“Es entendible que si cierran una sala de salud se genere una pueblada, pero cuando cierran una biblioteca nadie hace nada”, aseguró y señaló que “apoyar la Cultura es invertir, acá está la historia, acá vienen los colegios, las universidades, los investigadores, todos pasan por acá”.
Destacó entonces que “si bien la Hemeroteca es municipal, la puesta en valor fue por los empleados, hemos hecho trabajo de pintura, carpintería y administración. Y sólo somos dos personas”, sostuvo, aunque resaltó el apoyo del encargado del archivo y actual subsecretario de Cultura, Marcelo de la Plaza.
“Últimamente se sale a pegar mucho a la gestión, pero lamentablemente dentro de esta piñata entramos nosotros. Dicen que ‘somos todos vagos’, y no, no somos todos vagos, hay mucho de nuestro trabajo que no se ve”, concluyó.